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17 noviembre, 2020

Solomillo ibérico al vermut con ciruelas, piñones y patatas asadas

Exquista carne con el toque agridulce de las ciruelas y el sabor de los piñones, que con el acompañamiento de las patatas asadas, es una delicia poder degustar.

Ingredientes: 

  • 2 solomillos de cerdo
  • 3 cucharadas de ceite de oliva virgen extra
  • 200 ml vermut negro
  • 1 naranja mediana (el zumo)
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente ajo sin el germen
  • 1 cucharada sopera piñones
  • 8 ciruelas pasas
  • 50 ml. de caldo de carne o la misma cantidad de agua y ½ pastilla de caldo concentrado
  • Sal
  • Pimienta negra
 

Para las patatas asadas:

  • 500 gramos de patatas
  • 2 cucharadas soperas aceite oliva virgen extra
  • 6 dientes de ajo con piel
  • Mantequilla (25 gramos)
  • Una rama de tomillo
  • Una cucharada de perejil fresco
  • Sal

Elaboracion:  

Salpimentar los solomillos y dejar macerar en un recipiente con el zumo de naranja y los 200 ml. de vermut negro.

 

Cubrirlos y dejar en el frigorífico durante 3 horas. Cada 30 minutos le iremos dando vueltas, para que los solomillos absorban bien la marinada. 

 

Transcurrido el tiempo de la maceración, poner una cazuela al fuego con el aceite y cuando esté caliente, añadir los solomillos y sellarlos a fuego medio por todos los lados.

 

A continuación, sacar los solomillos y en la misma sartén picar las cebollas y el ajo muy menuditos y rehogar durante 2 ó 3 minutos. Añadir la marinada y el caldo de carne.

 

Cuando haya hervido un par de minutos, meter los solomillos durante 15 minutos a fuego medio dándole vueltas de vez en cuando. 

 

A mitad de esta cocción, añadir las ciruelas y los piñones. Y ya tendremos preparado nuestro solomillo al vermut, listo para degustar. Rectificar el punto de sal en el caso de que sea necesario. A la hora de servir el plato, cortar los solomillos en rodajas gruesas y rocíar por encima la salsa donde se han guisado los solomillos junto con las ciruelas y los piñones.

 

Para preparar las patatas: pelarlas y cortarlas en gajos gruesos a lo largo. Pasarlas por agua para eliminar el almidón y secarlas con un papel absorbente.

En una sartén muy caliente echar una pizca de aceite de oliva y saltearlas a fuego muy vivo, justo para colorearlas, puesto que las haremos en el horno más tarde.

Bien tostadas, pero crudas en su interior, colocarlas en una rustidera y meter en el horno, sazonar y añadir por encima los dientes de ajo sin pelar, la rama de tomillo y la mantequilla en dados. Es importante que todas las patatas toquen el fondo de la rustidera, que no estén amontonadas, para que se asen bien.

Hornearlas a 200 ºC durante 30 minutos, rociarlas a media cocción con la grasa, ayudándonos con una cuchara. Retirarlas y dejar templar, para que absorban la mantequilla del asado y estén jugosas.